A julio del 2011 el Ministerio de Educación, a través de la Oficina de Becas y Crédito Educativo, desarrollaba un conjunto de becas para pregrado y posgrado como, por ejemplo, la Santiago Antúnez de Mayolo, la Víctor Raúl Haya de la Torre y la Bicentenario de la Independencia del Perú. También otorgaba becas APROLAB y VRAEM para ocupaciones técnicas.

La creación del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (PRONABEC) integró, amplió y fortaleció estas becas, teniendo como centro BECA 18 que desde el 2012 favorece a más de 20 mil jóvenes que provienen de todas las regiones del país y de casi todos los distritos pobres del Perú. Se tiene previsto para el 2015 entregar 20 mil becas más invirtiendo alrededor de 620 millones de soles.

Beca 18 ha sido evaluada en lo referente a su impacto inicial por una cogestión entre el Ministerio de Economía y Finanzas-MEF, el Banco Interamericano de Desarrollo-BID, el Instituto Nacional de Estadística e Informática-INEI y el PRONABEC-MINEDU. Se utilizó una muestra de 1547 estudiantes de instituciones de educación superior (IES) beneficiarios de Beca 18, y 907 estudiantes de IES sin Beca 18. Se observa, entre otros, que los alumnos de Beca 18 logran un mayor avance académico en ciclos matriculados y culminados; que el perfil de las IES donde cursan sus estudios es favorablemente diferenciado en cuanto a calidad; y que hay una notable reducción de los traspasos entre IES y carreras profesionales elegidas.

Es un buen programa educativo que exhibe el Gobierno en 4 años de gestión en el sector. Las agrupaciones políticas que aspiran a ser nuevo gobierno en el 2016 debieran ponerle atención a BECA 18, así como a las otras becas (entre ellas las magisteriales) en la perspectiva de generar políticas de Estado en educación. Ciertamente con los correctivos y ajustes a que hubiere lugar.