Buscando recuperar el control
Buscando recuperar el control

La contradicción entre Ollanta Humala y Víctor Andrés García Belaunde sobre quién invito a quién, puede dilucidarse con simples preguntas: ¿A quién le convenía la reunión? ¿Quién de los dos aprovecharía mejor para sus fines lo que le dijera el otro?

Mi hipótesis es que para alguien que va a eventualmente ser interrogado, y que además es, por lo menos para más del 68% de la población, sospechoso de estar vinculado a una especie de grupo especial que goza de privilegios raros y tiene objetivos no conocidos, pero con toda seguridad inconfesables, es casi una fortuna establecer un lazo de amistad y hasta de cuasi complicidad.

Es obvio que OH quiso saber de primera fuente cómo viene la mano del tema. Qué es lo que saben, por dónde van a comenzar, cuándo citan a los testigos y actores, cuándo va López Meneses, etc. Esa información es muy útil cuando se trata de controlar tiempos y sobre todo versiones. Tiempos para poner o quitar los sicosociales de siempre, sobre todo contra Alan García, o la ley universitaria.

¿A qué conduce la renuncia de García Belaunde a la presidencia de la comisión? En lo formal a nada, porque lo reemplaza el vicepresidente, pero en lo político estas situaciones parecen destinadas siempre a ser parte de una estrategia cuyo objetivo es enredar tanto las cosas que nunca se sepa realmente lo que pasó.

El Gobierno busca desesperadamente los sicosociales con los que distraerá el tema una vez terminadas las virtuales vacaciones a las que va el país desde mañana, hasta prácticamente el 6 de enero. Para eso ha venido Felipe Wermus, (a) "Luis Favre", que le ha recomendado a sus patrones ocasionales que metan a como dé lugar la ley universitaria, ideal para distraer al país por varias semanas.

El Gobierno está golpeado, sin duda, y su prestigio a la baja. Pero tiene varias cartas en la mano, no cabe duda. Y que juega fuerte, juega.