Señor juez Jorge Chávez Tamariz, hoy usted deberá evaluar si accede al pedido de la Fiscalía de prisión preventiva de seis meses contra Martín Vizcarra por los casos Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua. Como magistrado, deberá volver a pronunciarse en primera instancia luego de que una sala encontrara deficiencias en la resolución de Víctor Alcocer, quien negó el pedido fiscal en una primera oportunidad.

Lo que quiero decirle en esta misiva señor Chávez Tamariz es que tiene una gran oportunidad: La de devolverle al país la sensación de que un ser abyecto y corrupto merece estar ya en prisión y no burlándose de todos con absoluto desparpajo.

Vizcarra se acaba de inventar un arraigo laboral, argumentando que cobra 18 mil soles a su partido, Perú Primero, o dirá que trabaja para la empresa familiar CYM Vizcarra SAC Ingenieros Contratistas y prometerá también que no se fugará o solicitará asilo, pero todo es falso. Un mitómano consumado no va a decir la verdad nunca y no se someterá jamás a la acción de la justicia porque está enfermo de narcisismo y siente que tiene el privilegio de la impunidad.

No debe permitir, señor Chávez Tamariz, que Vizcarra siga el camino de casi todos los implicados por el Caso Línea 1 del Metro de Lima que, liderados por Jorge Cuba, emprendieron la huida sin pagar por todo lo que robaron. Igual que Nadine Heredia y su hermano, Ilán, o que Lilia Paredes, Juan Silva o César Hinostroza.

Existe un momento, un instante preciso en el que más allá de las leyes, hay que demostrar con contundencia que la justicia no es la estúpida decisión aferrada a la doctrina. Es necesario, indispensable diría, que la justicia se decida bajo los preceptos de que su prioridad es protegerse de ser burlada, asaltada, desprestigiada. Hay un valor deteriorado que es necesario restablecer señor juez Jorge Chávez Tamariz, el valor de que aquí en el Perú, el que la hace, la paga. La decisión está en sus manos.