Tan jóvenes, y tanto ya vivido. Todos machetean haciendo camino, caminar sin botas, animarse en silencio recordando a los muchachos de la patrulla Lince enfrentando a infiltrados ecuatorianos. Los soldados, Ejizán y Álvarez, rezan en sus mentes mientras cuentan al suboficial Minchán, a su modo, lo dicho por el teniente Guzmán: “¿faltan municiones? ¡Qué mierda, sobra valor! La Nación se defiende, carajo, como contra el terruco. Recen, y que Dios nos despida de nuestras madres. La Escuela Militar de Chorrillos enseña que gana quien tiene voluntad de luchar”. Perseguidos por dieciocho días, emboscados más de una vez, ametrallados en la telaraña selvática, lloviendo fuego de mortero, ellos murieron.
Luego, dos de febrero, la patrulla Papilón venció en Falsa Base Sur, donde murió capitán EP Marko Jara, tenía 28 años. También falleció el comandante FAP Víctor Maldonado, piloto de Sukhoi-22, quien alcanzado por disparos se eyecto. Mal herido, perdido varios días en la tupida maraña verde, durmió sin despertar.
¿Cuándo inicia la guerra? Muchos ponemos el ojo en combates entre patrullas o duelos aéreos. Para analizar y aprender de Guerra del Cenepa, es necesario mirar a 1991, cuando con Ecuador se acordó el “Pacto de caballeros”. ¿intención? Evitar la escalada antes que combatir. Nuestro esfuerzo y equipamiento estaban orientados a enfrentar a las hordas terroristas. No pensábamos en defendernos de un país vecino.
El pico de las operaciones militares fue entre enero y febrero de 1995, y todo acabó en 1999 al colocarse último hito de frontera. Fue victoria peruana, sin lugar a dudas. Costó muchas vidas y pérdidas materiales. Pero fue victoria al lograr objetivo de cerrar frontera. Aprender para mejorar nuestra defensa, es como cada peruano podrá decirle gracias a nuestros héroes.