En días pasados, los empresarios liberteños reaccionaron escépticos ante los fastuosos anuncios emitidos desde el Ejecutivo sobre el reinicio de los trabajos de la III etapa de Chavimochic a través de la modalidad de Gobierno a Gobierno, y es que esto se ha convertido en un asunto manido, en una cortina de humo que es utilizada para sedar los ánimos exasperados del sector agrario de nuestra región, inclusive hasta ha perdido su carácter prioritario y solo es un mero problema del montón expuesto a la voluntad del tiempo. Es por ello que ante el triunfalismo de las noticias que fueron portada en los medios locales y citando el título de una comedia de Shakespeare y que calza con precisión a la realidad del emblemático proyecto, se diría “mucho ruido y pocas nueces”.

También existen otras versiones al respecto, como que el Midagri devolverá la administración de Chavimochic al GORE La Libertad para que el saldo de la presa de Palo Redondo sea terminado a través de obra pública; por otro lado, se mantiene vigente la posibilidad de la concesión, es decir, objetivamente no hay nada resuelto, todo sigue en incertidumbre, la misma que ha sido generada por los funcionarios responsables de concluir con éxito esta gestión.

Tal vez la única verdad es la que manifesté en uno de mis artículos anteriores, y es que no existe decisión política por parte del Ejecutivo para que la culminación de la III etapa de Chavimochic se concretice en el más breve plazo; lamentablemente todo sigue siendo embauques y mojigangas. La prueba de ello es la noticia difundida en un medio escrito donde se informa de la reunión que sostendrán César Acuña con la presidenta Dina Boluarte el día 8 de mayo, cita donde, según el gobernador, se definirá la modalidad para reiniciar los trabajos paralizados hace más de seis años. Entonces ¿a quién le creemos?, ¿acaso no estaba ya definida la alternativa G2G?