Al producirse la muerte de Alan García, venía ejerciendo la presidencia del Parlamento Andino Bogotá. En una de las sesiones de abril de 2019, distintos parlamentarios andinos de Colombia, Chile, Ecuador, Bolivia rindieron emotivo homenaje al desaparecido expresidente. Comprendí que la política además de fría, objetiva y calculadora, podía ser humana, sensible y apartada de mezquindad.

Próximos a conmemorar  los 100 años del APRA, fundada el 07 de mayo de 1924 en Ciudad de México por uno de los peruanos más ilustres del siglo XX, Víctor Raúl Haya de la Torre, corresponde recordar su vigencia histórica y sus conquistas sociales.

La vigencia histórica se concreta con la propia existencia del aprismo, un partido provisto de doctrina e ideología. Doctrina viene de la palabra dogma, principio inalterable. El dogma aprista se sintetiza en “justicia social” y “pan con libertad” en democracia. Respecto de la ideología, el APRA se ubica dentro de la concepción idealista del mundo opuesta a la materialista. Haya concibió la necesidad de la integración de los países latinoamericanos, con el objeto de formar bloques económicos que compitan y  generen mejores condiciones de vida y comerciales. En el contexto de la globalización y tratados de libre comercio esta idea cobra absoluta vigencia, por ello también el empeño del aprismo en consolidar la Alianza del Pacífico.

Dentro de las conquistas sociales podemos señalar como las más importantes la democratización de la enseñanza universitaria, la participación de la mujer en la vida política otorgándoles el derecho al voto, entre otras.

Podemos discrepar de algunas ideas, acciones y decisiones del APRA y sus líderes, pero saludamos su vigencia a lo largo de nuestra historia y su contribución a la democracia.