El uso de barbijos, mascarillas, lavado de manos y alejamiento físico, son las recomendaciones básicas que todos debiéramos poder cumplir y respetar, para enfrentar la pandemia del coronavirus.
Otras medidas como la cuarentena, toque de queda, parcial o total, se vienen implementando con relativos resultados. Sin embargo, como país hemos escalado a tener los mayores porcentajes de contagios por esta pandemia.
Resultados no deseados, aunque inevitables, son la caída de la producción en porcentajes altísimos del 37% en dos meses, disminución del PBI de más del 12%, millones de puestos de trabajo perdidos y el incremento de los índices de pobreza.
El gobierno se vio obligado a otorgar bonos y subsidios que, a medio año de declarada la emergencia, ha sido un solo pago de S/. 760, cuando era necesario haberlo otorgado mensualmente, ya unas seis veces.
Sin embargo, seguimos repitiendo errores. Padrones incompletos, información deficiente, demora en la implementación y escasos lugares de atención, llevan a la formación de largas colas por horas en los bancos, especialmente en el de la Nación, con el altísimo riesgo de contagio.
Si las colas, como en Puno y Juliaca, se inician antes de las 6 de la mañana, por qué no iniciar la atención bancaria temprano, por qué no aumentar las ventanillas de atención. Por qué no publican la información en carteles con los números de DNI de los beneficiarios en municipalidades, colegios y lugares de votación. Urge información amplia y por todos los medios posibles.
Es indispensable evitar la formación de estas interminables colas, fuentes de contagio, con imaginación y responsabilidad.