El año pasado las clases “presenciales plenas” se iniciaron en mayo por presión de especialistas, el Consejo Nacional de Educación, colectivos de educadores y padres de familia. Y es que nuestros alumnos no podían seguir en una situación de semipresencialidad, con una afectación grave de sus aprendizajes y sus relaciones sociales y afectivas , cuya recuperación es un proceso largo y diferenciado

Es satisfactorio ver que el 1 de marzo comenzaron sus actividades los colegios privados. Se esperaba que, a pesar de las dificultades conocidas, el 13 de marzo regresara el total de los educandos de los colegios públicos. No ha sido así por las lluvias y problemas de infraestructura, pero inició sus clases el 45%.Al 20 de marzo la mayoría de escuelas ha iniciado sus labores a pesar de las dificultades climatológicas.Este no es todavía un año escolar normal: sigue siendo transicional, lo que implica que los programas curriculares deben seguir teniendo en cuenta los saberes previos y fortaleciendo la tutoría para acompañar a los estudiantes en la recuperación aún de sus aprendizajes y bienestar socioemocional.

Nos preocupa, además de la infraestructura y otras condiciones básicas de calidad , el tema de los recursos educativos. No podemos aceptar que los bancos de libros con textos escolares no se hayan renovado y actualizado desde el 2015. Este es un reto para la actual gestión, así como reformar la secundaria con colegios técnicos equipados, sin dejar de revisar cuanto antes los requisitos de promoción de grado en la evaluación de los escolares. Deseo a los directivos, alumnos, maestros, padres de familia y personal de las instituciones educativas un buen año escolar 2023. Y que el Minedu siga estando cerca de las escuelas.