Los educadores tenemos el privilegio de ser recordados por nuestros alumnos. Por eso María Montessori dice: el maestro en la mediación educativa tiene que cuidar los vínculos con sus alumnos. Porque los profesores podemos marcar positiva o negativamente a nuestros alumnos ya sea intencional o no intencionalmente. Aunque también nuestros estudiantes nos marcan a nosotros emocionalmente, unos más que otros, individual y/o grupalmente. En mi caso puedo decir que, si bien recuerdo a mis estudiantes en mis 30 años de experiencia en colegios públicos y privados en Lima y provincias, varias promociones me han impactado positivamente para avanzar pomo persona y profesional de la educación.

¿Por qué trato este tema? Porque ayer lunes 24 estuve presente con mis alumnos de la 43 promoción " Haim Herzog – coronel Juan Valer y capitán Raúl Jiménez” del Colegio León Pinelo con motivo de la conmemoración de sus 25 años de egresados. Promoción de la cual fui docente y tutor durante varios años en su vida escolar.

Fue un encuentro muy emotivo lleno de nostalgia y felicidad. Todos ellos ahora profesionales, empresarios, padres de familia y buenos ciudadanos. Los recordé como si fuese ayer y ellos creo que también a su profesor de Biología y tutor de tercero y cuarto grado de secundaria, a quienes, inclusive, acompañé en 1997 a Israel, experiencia inolvidable y de mucho aprendizaje .

Me pidieron que diera un discurso en el acto central de sus actividades programadas, que llenó mi alma de regocijo y plenitud. Los recordé a cada uno como si fuese ayer al verlos y abrazarlos. Les agradezco por haberme hecho sentir “maestro del alma”. Que Dios los acompañe siempre y sigan construyendo su proyecto de vida hasta el final de sus días. Fue un día muy especial en mi larga carrera como: “El Moré. El maestro”. Con mis alumnos después de 25 años