¿Es una decisión populista dejar sin seguridad del Estado a los congresistas de la República? Tal vez estemos en la pista de la sospecha, pero puede ser un tema a tratar sabiendo de la escasez de policías en las calles. ¿Y los ministros?, se han preguntado otros.

Es cierto, en algunos sectores, en el mejor de los casos, hay un policía por cada quinientos pobladores. La pregunta es: ¿Si dejamos a los parlamentarios sin seguridad del Estado reducimos en algo ese vacío? Difícilmente, pero sin duda ayudaría.

Al ministro del Interior, Carlos Morán, se le pone en duda esta decisión por lo popular que sería dejar desguarnecidos a los legisladores. La cuestión es si habría optado por lo mismo si es que el presidente Martín Vizcarra tuviera su propia bancada.

Por lo demás, no solo los congresistas gozan de la protección pública sino, también, los ministros de Estado. Hace algún tiempo se puso en debate si las “liebres” que les abren paso no estarían mejor sirviendo en zonas rojas. Podría decirse que son peruanos de “primera clase” con privilegios del cargo y, por lo tanto, también habría que reducir su seguridad.

Además de alterar el gallinero con este tipo de medidas, el gobierno debería reformar la institución policial para mejorar el sistema nacional de seguridad ciudadana, al cual el jefe de Estado no le pone muchas ganas. Quitarle agentes a los congresistas es buena medida, pero se necesita más planificación para atender al ciudadano de a pie.

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