En las últimas semanas, la zona centro norte de nuestro litoral ha mostrado un repentino calentamiento de las aguas, el cual se ha magnificado por el brusco debilitamiento de los vientos del sur. Esta situación no es inusual en el mar peruano ya que una de sus características es su alta variabilidad.

Justamente, la semana pasada, en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 25), el informe especial sobre el océano sostuvo que las capturas pesqueras y su composición en muchas regiones ya se ven impactadas por los efectos del calentamiento global.

En este contexto, el Imarpe, institución reconocida a nivel internacional por su calidad científica y técnica, ha señalado que, si bien existe una importante biomasa de anchoveta en el mar para la actual temporada de pesca, lo cierto es que el recurso se ha dispersado. Ello obedece, como ya se ha mencionado, a un abrupto calentamiento del mar, lo que origina que las anchovetas grandes se profundicen y se peguen a la costa, complicando su captura por parte los barcos. Por otro lado, esta temporada está marcada también por los cierres preventivos –que en la actualidad suman 47- que realiza PRODUCE. Si bien desde el gremio los saludamos en aras de la sostenibilidad del recurso, lo cierto es que ellos también implican un mayor esfuerzo de la flota industrial para encontrar nuevas zonas de pesca.

No obstante lo anterior, estamos a la espera que nuevos vientos soplen a nuestro favor. Así, el ENFEN estima un retorno de las condiciones neutras en el litoral. De darse esta situación, confiamos en que la flota industrial podrá completar la cuota asignada, en beneficio de la economía del Perú.