En la presente semana se han producido las detenciones de 17 oficiales y 5 suboficiales de nuestro Ejército, entre ellos 4 generales, en 4 regiones del país, bajo la sospecha de formar parte de una organización criminal que traficaba con combustible.

El Presidente de la República ha declarado que hechos personales no deben empañar el prestigio del Ejército Peruano como institución tutelar del país, ni el ejemplo que nos dejara el máximo héroe nacional, Francisco Bolognesi, plasmado en la carta que le dirigiera a su esposa María Josefa, donde le dice: "Nunca reclames nada, para que no crean que mi deber tuvo precio", demostrando su entrega desinteresada a defender el honor nacional.

Es evidente que los presuntos hechos delictuosos de algunos no pueden empañar a nuestro glorioso Ejército y que ellos deben asumir sus responsabilidades civiles y penales.

Sin embargo, debemos aprovechar para hacer las correcciones en el ordenamiento jurídico. Debe dejarse de pagar parte de las remuneraciones a los oficiales de nuestro Ejército y la Policía Nacional en galones de combustible, y lo mismo debe ocurrir en la asignación de recursos.

Toda remuneración debe ser en efectivo y no en especies, tanto en el sector privado como en el público, a fin de que no haya tentaciones para la comisión de hechos irregulares y hasta delictivos. Lo mismo debe ocurrir en todo el sector público, Congreso, universidades y ministerios: no más pagos en especies; solo deben ser en dinero y de libre disposición.

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