El Gobierno de Pedro Castillo ha cumplido seis meses en medio de una nueva crisis política y la renuncia a la Presidencia del Consejo de Ministros de Mirtha Vásquez, tras la renuncia del ministro del Interior Avelino Guillén. El residente tuvo que formar un nuevo gabinete ministerial.

Las vacilaciones y la demora en resolver los problemas en el ministerio del Interior han llevado a esta segunda crisis total del Gabinete de Ministros y, a la necesidad de nombrar a un tercer Consejo de Ministros en el que el titular del Interior será el cuarto que asuma esta cartera en poco más de seis meses de gobierno.

La pugna por los ascensos y pases al retiro de oficiales de la Policía Nacional, enfrentaron al ministro Avelino Guillén Jáuregui con el comandante general de la PNP, general Javier Gallardo Mendoza, a quien se acusa de intentar desarticular la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (DIVIAC) y la División de Maniobras contra el Tráfico Ilícito de Drogas (DIVMCITID). Al final, tanto Guillén como el general Gallardo dejaron sus cargos.

El presidente Pedro Castillo debe terminar rápidamente su “aprendizaje” y empezar a desarrollar políticas y decisiones, colectivas, con horizonte y propuesta de cambio real. Para eso y por eso fue elegido. Enfrentar decididamente la corrupción, plantear y ejecutar políticas con objetivos de mediano y largo plazo, conformar un equipo de calidad profesional y política son alternativas indispensables en este momento. Si no es así, habremos desperdiciado el inmenso capital político y las esperanzas de millones de ciudadanos.

Todos los que apoyamos el proceso de cambios que significó la elección de Pedro Castillo como presidente de la República, empezando por los partidos políticos de izquierda, debemos reunirnos para llegar a acuerdos que viabilicen los cambios sociales que el país necesita. No podemos permitirnos continuar de crisis en crisis política.