El juicio oral contra el expresidente Martín Vizcarra por el caso Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua, ha entrado en su último tramo con la presentación de alegatos finales como paso previo a la sentencia que, de no ocurrir nada “extraño”, tendría que ser condenatoria y muy drástica. Por eso, es de esperarse que las autoridades del sistema de justicia estén adoptando las medidas para impedir que otro de nuestros políticos caídos en desgracia huya y se burle de todos los peruanos.
Ya hemos visto a Nadine Heredia escapar a Brasil una vez que fue condenada a 15 años de cárcel, y a Betssy Chávez logrando su sueño de esconderse en la Embajada de México en Lima, algo que no pudo concretar el 7 de diciembre del 2022 tras el fallido golpe de Estado que dio con Pedro Castillo y Aníbal Torres, pero sí hace pocos días gracias al “sospechoso” accionar del Ministerio Público que no solicitó a tiempo la ampliación de su prisión preventiva. La fuga de Vladimir Cerrón hace dos años, fue igual de escandalosa.
Vizcarra ha dicho una y otra vez que no escapará y que siempre acatará las disposiciones judiciales. Hasta el momento ha sido así, pero no se puede esperar mucho de un personaje como el famoso “Lagarto”. Su palabra está tan devaluada como cuando dijo mil veces que no había vacunado irregularmente, que no se había reunido con ciertas fiscales y que los cargos en su contra son parte de un “complot” planeado por constructoras a las que supuestamente afectó durante su paso por el poder.
El procesado exmandatario ya estuvo una vez bajo arresto preventivo y por esas situaciones que solo se dan en el Perú, en menos de una semana estaba libre nuevamente y haciendo campaña electoral a pesar de las inhabilitaciones que pesan en su contra. No es poca cosa que el Ministerio Público esté pidiendo 15 años de prisión para quien es acusado de recibir coimas a fin de entregar obras a empresarios corruptores, cuando era gobernador de Moquegua.
Hay que tener en cuenta que, lamentablemente, siempre existen países de la región dispuestos a recibir a corridos de la justicia como Brasil y México, que han acogido a Heredia y Chávez, respectivamente, a través de gestos inamistosos basados netamente en posturas ideológicas y no en la legalidad. Atentos con Vizcarra. Las advertencias están dadas. Sin en los próximos días aparece en una embajada o “desde la clandestinidad”, burlándose de los peruanos, los responsables tendrán que pagar las consecuencias.




