Coachella Valley Music and Arts Festival, es el nombre completo del importante evento musical cuya primera edición se realizó en 1999, y que al cabo de los años, se ha convertido en uno de los espectáculos musicales más importantes de Estados Unidos y del mundo. El referido certamen, que se desarrolla en el desierto de Indio, California, apuesta por el desfile de cantantes y agrupaciones de diversos géneros musicales como el rock, pop, indie, hip hop, electrónica, entre otros sonidos, de los más distintos. Allí, en Coachella, en ese escenario de la diversidad, “Los Mirlos”, los máximos exponentes de la cumbia amazónica, brillaron con esa propuesta que tiene en primer plano la guitarra eléctrica fusionada con los sonidos de la selva. Jorge Rodríguez, fundador y emblemático director de la banda, desde que supo de la convocatoria creía estar viviendo un sueño, hasta hace dos noches, cuando sobre la tarima se dio cuenta que estaba frente a un público tan diverso como eufórico. “Hola. How are you, Coachella? (...) Qué bonito. Buenas noches, Estados Unidos”, dijo un entusiasmado Rodríguez. “Esto es el Perú, su cultura y música… Cumbia amazónica para ustedes”, agregó ante el aplauso de un público que sabía de sus canciones. Clásicos como “La Danza de Los Mirlos”, “Cumbia Norteña”, “Cumbia de la Selva” y “Cumbia de los Pajaritos” “Muchachita del Oriente”, “Un Traguito de Ayahuasca”, “Eres mentirosa”, temas que forman parte del folclore nacional, sonaron como nunca, orgullosos de su identidad. Y eso es de lo que precisamente “Los Mirlos” se enorgullecen, lejos del autobombo y el ego desbordado de otros colegas de la industria, los músicos siempre tuvieron como meta principal rescatar nuestras raíces, difundirlas, fusionarlas y protegerlas. La cumbia peruana tiene sello propio gracias a talentos como “Los Mirlos”, que recibieron la influencia del gran Enrique Delgado, que incluyó la guitarra eléctrica en un género musical foráneo. El mérito de la agrupación, y de tantas otras que silenciosamente desarrollan sus carreras en el Perú, es además de preservar nuestra música, demostrar que se puede lograr el reconocimiento con mucho trabajo y sobre todo honestidad. Larga vida a “Los Mirlos”.