Mientras el ruido político aumenta a pocos días del debate de la moción de vacancia presidencial, el Congreso se alista para aprobar por insistencia el retiro de los aportes de la ONP, algo que ha sido cuestionado duramente por la ministra de Economía y muchos analistas, ya que el Legislativo no tiene capacidad de gasto. Es evidente que echar mano de los fondos públicos sin ningún criterio técnico solo refleja la obsesión de algunos parlamentarios para satisfacer sus aspiraciones políticas.
“Leyes del Congreso van a mandar al país por la borda”, ha dicho María Antonieta Alva. “El proyecto que se pretende aprobar por insistencia es perjudicial. No solo generará problemas hoy sino que afectará a las próximas generaciones de peruanos”, añadió.
Es preocupante que en el futuro millones de peruanos no solo se queden sin pensiones sino también sin servicios de salud. Estarán desprotegidos. Es lógico que este sombrío panorama no solo generará lamentos de los que se queden sin ayuda social sino también reclamos y protestas que pueden desencadenar caos y convulsión.
El Parlamento debe alentar un proyecto común, creíble, sustentable y de respeto a las reglas, en el que no haya lugar para el populismo, la demagogia y el clientelaje político. Nos cuesta entender que tomen decisiones que reinauguran tiempos de gasto del dinero público sin ninguna rigurosidad y que nos pasarán factura dentro de algunos años.