Según un reporte de la Defensoría del Pueblo, a un mes de la decisión del Gobierno de destinar a las municipalidades de todo el país más de 213 millones de soles para distribuir canastas básicas familiares, aún queda por entregar 954 mil 467 de éstas.

El país sufre una crisis económica y social sin precedentes. Ante ello, cualquier demora asistencial para la población vulnerable generará una situación dramática. La gente quiere respuestas inmediatas para capear el temporal. No es posible que el 41% de canastas básicas no haya llegado a su destino. No es posible que gran cantidad de gobiernos locales no haya estado a la altura de las exigencias, sin cumplir con sus funciones básicas de atender a los vecinos.

No se necesitan personas providenciales para resolver este problema, simplemente se requiere líderes que sean eficientes para gastar bien el dinero que les llega. Muchos creen que todo se debe al designio perverso de la burocracia y otros tantos mencionan directamente a la corrupción. En estas circunstancias se hace difícil tener paciencia para soportar la inoperancia y el mal servicio de las autoridades. Es indispensable que los alcaldes aceleren los pasos para que las canastas básicas familiares lleguen a todos y cuanto antes.