Alguien debería decirle al despistado dirigente sindical del Congreso que el jueves último salió en televisión para reclamarle a los medios de comunicación por difundir el bono de 20 mil soles que han recibido los trabajadores del Poder Legislativo, que su centro de labores atrae la atención de la prensa y de la ciudadanía porque es casi un antro de escándalos y conductas lamentables, tanto de parte de los parlamentarios como de algunos trabajadores que este mes de enero han recibido su dinero extra.

Si lo duda, debería ver lo sucedido ayer viernes en el Congreso, en que la mujer que denunció por violación sexual a Jorge Luis Torres Saravia, el hasta hace poco jefe de la Oficina Legal y Constitucional del Congreso, ha ratificado formalmente todo lo manifestado inicialmente contra este sujeto ligado a Alianza para el Progreso (APP), el partido que ha copado con sus afiliados, amigos y ayayeros, los principales puestos del Poder Legislativo, que es la chacra de la familia Acuña.

Pero eso no fue todo en la jornada de ayer. La apepista Alejandra Aramayo, jefa de Comunicaciones del Congreso, ha señalado que fue un funcionario de la Presidencia del Congreso, a cargo del también apepista Eduardo Salhuana, el que lanzó el mensaje en la cuenta oficial de X del Parlamento, en el que señalaba que la abogada Andrea Vidal no era el objetivo de los sicarios que la mataron, sino el taxista, esto con el evidente afán de desviar el curso de las investigaciones por el caso de la presunta red de prostitución.

Con un Congreso que en un solo día genera este tipo de escándalos, ¿ese sindicalista “indignado” quiere que la prensa no ponga sus reflectores encima y que no advierta que muchos de los protagonistas de estos hechos lamentables también se llevan sus ricos bonos? Ojo que el pago de estas 20 remuneraciones mínimas vitales fue autorizado por el expresidente del Legislativo, Alejandro Soto, otro integrante de APP, agrupación que sin duda hace lo que le da la gana en la Plaza Bolívar.

A lo visto ayer en el Congreso, se suman otras situaciones lamentables que han generado el amplio rechazo de la población, esa que según la lógica del sindicalista parlamentario, no tiene derecho a estar informada y saber en qué se usa su dinero. Si al caballero no le gusta que la prensa informe lo que ocurre en una entidad pública, algo que sucede en todo país libre, bien podría irse a trabajar a una empresa privada, para que vea si en alguna de ellas le van a pagar un bono de 20 mil soles a cambio de nada.

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