Hoy 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, nos encontramos ante un momento propicio para la reflexión sobre la necesidad de cerrar las brechas entre hombre y mujer, y apuntar a la igualdad, al respeto y al destierro de la agresión que sigue siendo una tara por más denuncias y esfuerzos que se hacen desde algunos sectores comprometidos con la no violencia.

No es un día de celebración, es más bien un día para conmemorar y recordar, pero también para asumir compromisos por la igualdad y el respeto a la mujer, contra el feminicidio, la violencia en general, el acoso callejero, la falta de oportunidades laborales, las diferencias salariales entre hombres y mujeres, y por una mayor participación en la política.

Es necesario también que como sociedad sepamos condenar los ataques físicos y verbales hacia mujeres, sin hacer discriminaciones política. No podemos solidarizarnos y salir en defensa de víctimas de nuestra ideología, y mantenernos callados cuando le sucede lo mismo a la rival, a la que nos cae mal a la que nos gustaría que no surja.

Desde hace más de dos años tenemos en el poder a Dina Boluarte, la primera presidenta de nuestra historia. Sin embargo, en este tiempo no se ha avanzado como esperábamos en la larga lucha para procurar la igualdad y reducir las cifras de violencia. Sin duda hay una gran tarea pendiente.

TAGS RELACIONADOS