Cuando hacemos diagnósticos sobre el sistema educativo peruano tenemos generalmente una mirada pesimista. Por ello en esta oportunidad quiero referirme con una mirada optimista a los avances de la Educación Inicial, que en el Perú es el primer nivel de la Educación Básica Regular, a diferencia de otros países. Tal es así que, ante los deseos antipedagógicos de algunos congresistas, se ha mantenido que para acceder a 3, 4, y 5 años y primero de primaria (6 años) debe cumplirse la edad respectiva al 31 de marzo de cada año.
Por otro lado, es necesario destacar que el Perú logró la meta de la Unesco 2000-2015 para Latinoamérica al superar ampliamente el 50% de matrícula de los niños de tres a cinco años. Y al 2021 se logró casi universalizar la educación inicial no solo en 4 y 5 (PEN al 2021), sino hasta los 3 años.
Otro tema muy positivo que ha pasado desapercibido es que entre el 2017 y 2018 el 99 % de docentes de educación Inicial aprobaron la evaluación de desempeño que establece la Ley de Carrera Magisterial basada en la meritocracia.
Evidentemente que de cero a 2 años los avances son ínfimos. Por eso tiene un gran significado que este año se esté desarrollando un programa progresivo de ampliación de cunas (0 a 2 años). Hay que destacar que el Minedu está asignando más de 205 millones de soles para implementar el servicio de 12 a 36 meses mediante CUNAS, lo que permitirá “atender pedagógicamente por docentes especializadas hasta 8 horas diarias” en 316 instituciones educativas de inicial a nivel nacional. El gran desafío ahora es seguir fortaleciendo la educación inicial de cero a 6 años mediante políticas progresivas y sostenidas. Educación Inicial, siempre adelante.