Después de varios meses de gestión del ministro de Educación y su equipo directivo, y con las condiciones políticas más estables, es indispensable asumir varias políticas y medidas educativas para avanzar, desde luego con la experticia de educadores calificados .

Hay que reanudar los concursos de nombramiento y ascenso de docentes, así como las evaluaciones de los directores, garantizando que los examinadores que evalúen la etapa institucional y descentralizada sean profesionales que no respondan a cuestiones ideológico-partidarias como promovió la gestión del expresidente Castillo, sino a una solvencia técnica y ético-moral comprobada. Lo cual debe ir acompañado con la promoción de una ley para el nombramiento docente anual hasta el 2030.

Por otro lado, hay que reorganizar el Programa Nacional de Infraestructura, en un marco de emergencia. A lo cual hay que agregar la importancia de ajustar el currículo con más valores, aprendizajes sobre el terrorismo, más conocimientos en secundaria, más ciudadanía cívico-democrática, así como desarrollar un proyecto para la mejora sustantiva de alrededor de 1600 colegios técnicos de secundaria. Y poner atención a la Educación Inicial.

No menos importante es replantear los requisitos de promoción de los alumnos en primaria (4 áreas) y secundaria (3 áreas) restituyendo la experticia docente en la decisión de la aprobación a partir de los logros alcanzados por los alumnos en las competencias de aprendizajes con resultados por áreas curriculares.

Un tema fundamental es la reorganización del Minedu con conocimiento real de una gestión educativa con resultados . Es fundamental, más aún después de los efectos de la pandemia, restituir-con urgencia- la dirección nacional de Tutoría y Bienestar socio-emocional. Más gestión y realizaciones …menos estudios y discursos reiterativos de los que hemos tenido excesivamente en los últimos 10 años.