El Adviento es el tiempo de la preparación de la Navidad, que es la fiesta para todos los cristianos –incluye, además de los católicos, a las comunidades Protestantes, Ortodoxos, Coptos, etc.,- que recuerda el nacimiento del Mesías en Belén. Concebido desde el domingo anterior más cercano al 30 de noviembre gregoriano, Día de la Fiesta de San Andrés, el apóstol de Jesús, que le presentó a Simón Pedro, su hermano, desde los tiempos de la Iglesia primitiva, y hasta en sus mejores épocas, significó un período lleno de influencia sobre el poder estatal de la Alta Edad Media. Se había descubierto en el Adviento la oportunidad para definir y decidir asuntos que tenían que ver con los dominios y las guerras.

El Adviento, hoy concebido por cuatro semanas –comenzó el pasado domingo 28 de noviembre y va hasta el 24 de diciembre-, en el pasado fue aprovechado por los monarcas para las negociaciones para la paz. El derecho de la guerra –el antecedente doctrinario de lo que hoy se conoce como el derecho de los conflictos armados internacionales o no internacionales-, destaca que los diversos conflictos que afectaron a la sociedad internacional –la Guerra de los Treinta Años, fue un preclaro ejemplo de ello- tuvieron su fuente de inspiración para concebir las treguas, luego en forma regulada, en el tiempo de adviento. Bajo pena del castigo del infierno o de la prohibición del ingreso al Reino de Dios, los gendarmes cuidaron pulcramente el respeto del tiempo en que se preparaba la natividad.

La extensión de la tregua del Adviento llegó pronto a la Navidad -con las primeras regulaciones desde el derecho internacional- que, con los años, terminó focalizando a las treguas por la relevancia de su menor duración y el sentido escatológico de salvación que la fecha suponía para toda la cristiandad, aligerando la idea para los pueblos de que la paz estaba cerca. Así, el Adviento del 15 de diciembre de 1483, salvó a Djen, hijo de Muhammad II, de ser preso al decidirse por esos días la negociación de su destino y en el Adviento de noviembre de 1914, consumarse el final de la Primera Guerra Mundial. Fe en el Adviento, entonces, para que se extinga la pandemia.


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