La Real Academia Española define la risa como “…Un movimiento de la boca y de otras partes del cuerpo que demuestran alegría…”.  Según refieren algunos especialistas, reírse ayuda a oxigenar el cerebro y a disminuir los niveles de hormonas del estrés; regula el pulso cardiaco, relaja la tensión en los músculos, libera dopamina (que mejora el estado de ánimo), serotonina (que posee efectos calmantes) y disminuye la presión arterial en la sangre, además de eliminar cargas negativas en los pensamientos y mejorar la autoestima. Algunas investigaciones relacionan directamente el buen humor con la buena salud.  Reír, tiene más beneficios de los imaginados y, en resumen, mejora el nivel físico, psíquico y emocional de las personas. Según el psiquiatra estadounidense William Fry, cinco minutos de risa equivalen a 45 minutos de ejercicio ligero. Una buena carcajada, activa los casi 400 músculos que hay en el rostro, algo que jamás sucede con un “rictus” de seriedad.

Si la risa tiene tantos efectos benéficos como los descritos, ¿cómo es que muchas personas ríen cada vez menos?  Algunos, consideran (erradamente, sin duda) que la sociedad aprecia mucho más a las personas “serias” y circunspectas y se esfuerzan por evitar reír (¡y hasta sonreír!) por temor a no ser tomados en serio o a hacer el ridículo. De esta forma, se va poniendo el buen humor, la risa e incluso la propia sonrisa, en un segundo plano inferior, desperdiciándose la mejor inyección de vitalidad y salud que un ser humano puede auto generar.  Por ello, aprenda a reírse de sí mismo y observe como el estrés comienza a desaparecer. Ceda a la tentación de reírse a carcajadas cuando algo lo amerite y recuerde que reírse, le hace bien; inicie o reinicie si es el caso, esta nueva experiencia en su vida diaria regalando una sencilla y cálida sonrisa a quienes se crucen en su camino y recuerde, siempre, las sabias palabras de Erasmo de Rotterdam, hace más de 500 años atrás, y que recobran hoy más vigencia que nunca:  “Reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse de nada, lo es de estúpidos”.  ¡¡Vuelva a vivir!!