A mi mesa de lectura suelen llegar libros con una miríada de propuestas creativas, pero no tantas toman el camino del humor como estandarte y con la consigna de sacarte más de una carcajada. Y muy pocos logran su cometido. Una de estas excepciones es el conjunto de cuentos “Viendo tu vida derrumbarse desde una distancia segura” (Dendro, 2025) de Gianni Biffi, que, desde el título, ya nos presenta su ingenio en el difícil arte de reír. Son 15 relatos, pero no se asusten por el número: amiga, amigo lector, que tal vez no lees tanto, o que lees puro clásico en varios tomos y letra tamaño 10 y que detestas la literatura peruana actual, este libro de casi 200 páginas hará que un viaje en el Metropolitano, el tren eléctrico o en micro dure menos de lo esperado; o quizá no tanto, por el terrible transporte público, pero si encuentras un espacio para respirar y mover las manos y acomodar tu ejemplar, al menos tendrás unos minutos de evasión sin la indeseable publicidad que afean la web y las redes sociales y sin romperte la espalda por cargar Anna Karénina en la mochila. Estos cuentos no le temen a nada ni a nadie, sobre todo en una época de corrección política o autores sagrados. La exploración de Biffi se toma en serio el humor y va hasta las últimas consecuencias. Hace una secuela inesperada de “Paco Yunque”, el icónico cuento de César Vallejo, y lo convierte en una historia de venganza bajo el título de “Reconciliación Nacional”. También enfrenta a los dioses incas con los nórdicos y tiene al genial Jorge Eduardo Eielson sacándole el dedo medio a la NASA en uno de sus caligramas. Como personaje, Vallejo protagoniza una aventura en el multiverso de Biffi cuando se convierte en un rapero con calle, el más grande del freestyle en el Callao, vestido de manera elegante con su camiseta del Boys, para quitarse la imagen oscura del poeta del dolor al que ya no invitan a fiestas. La parodia se extiende hasta límites arriesgados, como convertir a un criminal en un lector apasionado de Jane Austen en “Barrio y prejuicio”. Pero no todo es chacota, por supuesto, porque no hay nada más serio que la ironía y una buena broma suele traer, de manera solapada, más de una crítica a la realidad social, literaria, política y hasta al mismo autor. Porque si te vas a reír de los demás, hay que tener correa para hacerlo de uno mismo. Y el autor peruano tiene ese gesto, ¿o será que ya se le habían acabado los chistes? No importa, porque Gianni Biffi ha escrito un libro notable, tal vez uno de los más divertidos del año. Y eso es decir mucho por estos lares.

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