Hizo bien el Congreso en no autorizar el viaje a Colombia del presidente Pedro Castillo, en momentos en que supuestamente iba a jurar un nuevo gabinete, y cuando pesan graves acusaciones de corrupción contra el mandatario, quien se ha convertido en un pésimo representante del Perú en este tipo de eventos al que acuden líderes de otros países.

Recién anoche se ha sabido que Aníbal Torres se mantiene en el cargo y que el canciller es Miguel Ángel Rodríguez Mackay. Sin embargo, al momento de la votación se suponía que no había gabinete y sí una crisis ministerial. ¿Qué pasaba si se autorizaba el viaje y al final el jefe de la diplomacia peruana era un prontuariado o un náufrago en temas internacionales como esos a los que suele convocar el profesor?

No creemos que la posibilidad de fuga haya sido un argumento válido para negar la autorización de viaje que según la Constitución debe dar el Congreso. Pero si era motivo suficiente que en ese momento se estén buscando ministros y que, valgan verdades, tengamos un mandatario sobre el que pesan cinco investigaciones por corrupción. Una verdadera vergüenza.

Nadie asegura que la vicepresidente Dina Boluarte haga un buen papel en Bogotá como representante del Perú. Ya hizo un papelón hace poco en Suiza. Sin embargo, es mejor que acuda ella y no un mandatario investigado hasta por plagiar su tesis.

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