El control patriótico del Parlamento

La ciencia del control está vinculada a la premisa de la libertad. El control efectivo es ejercido por aquel que tiene autoridad. Y la verdadera auctoritas siempre es el origen de la más amplia libertad. La persona con autoridad, con un saber reconocido, con prestigio personal, ejerce el control de manera independiente. El que no tiene prestigio, el que no tiene un saber socialmente reconocido, cae presa de las argollas, de la mediocridad y se politiza bajo el manto de la imparcialidad. Puede detentar el poder, pero no tiene autoridad.

Tratándose de un partido político, la autoridad no se logra por la sola búsqueda de objetivos de copamiento y expansión. La autoridad se logra porque el partido acrecienta la majestad de la institución donde actúa. ¿Cómo acrecentar la majestad del Congreso peruano? Ejerciendo el control patriótico. ¿En qué se diferencia el control patriótico de la oposición disruptiva? En la búsqueda de un fin superior: el bien común. Fuerza Popular y el resto de partidos de oposición tienen ante sí la gran oportunidad de liderar un control patriótico sobre los actos del Ejecutivo, un control puntual, eficaz y comprensible si se comunica adecuadamente a la población. Por eso, ejercer un control patriótico es tarea irrenunciable para los partidos de oposición.

El Poder Ejecutivo tiene que comprender que el control es favorable a la calidad de la democracia. La democracia de alto impacto es una democracia bajo control, de equilibrio de poderes, de simetría de poder, de tensión legítima y creadora. Después de todo, al igual que el Ejecutivo, todo lo que haga el Parlamento lo hace por el Perú.