Cuando vatios actores sociales pedían postergar el comienzo de las clases en los planteles estatales por razones climáticas, mi posición fue que los niños, niñas y adolescentes que van a la escuela pública necesitan estudiar más horas. En ese contexto, el Presidente de la República, el 12 de marzo, anunció la suspensión de las clases en todos los colegios dando énfasis a las condiciones de falta de salubridad en los locales escolares públicos, para lo cual se asignarían 165 mil soles para la adquisición de Kits sanitarios en los 53,003 locales escolares (Escale-Minedu 2019).

Evaluando las decisiones del gobierno de paralizar las actividades, no solo en los colegios, sino también en los institutos y universidades, así como la declaratoria de emergencia y el aislamiento social obligatorio por 15 días para prevenir y atender el Covid19, tengo que rectificar mi anterior punto de vista (emitido en varios medios de comunicación) en el sentido de que la suspensión de clases no fue “apresurada, sino “oportuna”.

En el marco de la emergencia que vivimos, el ministerio de Educación emitió un comunicado en el cual señaló que los directores, docentes y administrativos debían quedarse en sus casas, y garantizaba que los recursos económicos, (mediante el programa de Mantenimiento Preventivo) estarían en las cuentas institucionales de los directores de los planteles escolares para la adquisición de los Kits de higiene a más tardar 48 horas antes del inicio de las clases el 30 de marzo. Ojalá esto esté funcionando, pues deja de lado los largos procesos presupuestales y administrativos habituales.

No obstante, sigo creyendo que debe haber-después de superarse la emergencia-una movilización de las autoridades educativas nacionales, regionales, municipales y escolares, con el apoyo de la comunidad y los padres de familia- para la mejora de las condiciones de la salubridad en los colegios públicos.