Terrible la experiencia de decenas de usuarios del Metropolitano que el viernes último se vieron en medio una balacera en Comas, donde policías se enfrentaron a delincuentes que pretendían ingresar a una de las estaciones, lo que demuestra lo peligroso que se ha vuelto, incluso, salir de casa con la familia a realizar actividades cotidianas.

Si bien todo hace indicar que este grave incidente no tuvo que ver con extorsiones, hace poco dimos cuenta en Correo Lima que un adulto mayor perdió la vida luego de recibir una bala mientras se encontraba en la sala de espera de un centro de salud privado en la avenida Túpac Amaru, cuyos dueños eran amenazados por delincuentes.

Ese mismo día, también en la zona norte de la capital, una combi con una familia que salía de una misa fue atacada a tiros. Hubo dos personas fallecidas y un menor herido. Y ni qué decir de los propios choferes de transporte público que están bajo fuego de extorsionadores y sus sicarios.

Sería bueno que la presidenta Dina Boluarte y su ministro del Interior, salgan y expliquen a la ciudadanía qué están haciendo ante esto, pues queda claro que el famoso “Cuarto de guerra” ha servido de poco o nada para frenar la criminalidad y evitar muertos, heridos y momentos de pánico entre los ciudadanos.

Hemos llegado a un momento en que hasta subirse a un ómnibus o salir a comprar se ha vuelto peligroso. Y ojo, mostrar esto no es “traición a la patria”, sino exhibir la realidad que quizá no se aprecia desde esa burbuja llamada Palacio de Gobierno.