Las semanas de puyazos entre el Ejecutivo y el Congreso parecen haber llegado a su fin luego que este último otorgara facultades al primero para legislar en materia penitenciaria y tratar con urgencia el deshacinamiento de los penales, que amenazan con convertirse en uno de los focos principales de contagio a nivel nacional. Esperamos que este acuerdo, logrado tras una jornada maratónica que terminó entre gallos y medianoche, marque el inicio de un trabajo más articulado entre los poderes del Estado, ya que el ruido político no ayuda en nada a la lucha conjunta que mantienen a diario, secundados por el Poder Judicial, contra el coronavirus.

La pandemia, la ampliación del estado de emergencia sanitaria y sus medidas restrictivas hasta el 30 de junio, así como las consecuencias sociales y económicas de estas situaciones, nos obligan a trabajar en conjunto.

Aún queda ver cómo se desarrollará la presentación del gabinete el próximo 28 de mayo. Esperemos que esta calma se mantenga para beneficio de todos los peruanos, porque el país necesita estar unido y ver que sus autoridades hacen lo propio.