Con bombos y platillos, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Juan José Santiváñez, quizá como para hacer creer que es parte de un gobierno enérgico y de mano dura contra la criminalidad, ha anunciado la creación de un grupo de trabajo que tiene como finalidad evaluar la construcción de un penal en la isla El Frontón, frente al distrito de La Punta, en el Callao, a pesar de lo costoso que sería operar un reclusorio donde hoy no hay absolutamente nada, ni redes de agua potable ni facilidades de llevar luz eléctrica.

Además, qué sentido tiene levantar un penal en un lugar al que cuesta un dineral trasladarse en lancha desde La Punta, si los reclusos van a estar encerrados en sus celdas o patios por su alta peligrosidad. Si es así, mejor enviarlos a puntos alejados del país, a penales como los que hay en Cerro de Pasco o Challapalca. ¿O la idea es que, como era antes, los reclusos puedan moverse libremente por la isla? Si es así, mejor envíenlos a tomar sol a algún hotel de Paracas, Punta Sal o Máncora.

Lo de la posibilidad de construir un penal en El Frontón (no digo “reabrir” porque actualmente en el lugar solo hay algunas paredes ruinosas que tendrían que ser demolidas), es un tremendo cuento, equivalente a reimplantar la pena de muerte en el Perú por más que en algún momento nos salgamos de la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Han hecho hasta audiencias en algunas regiones para recoger la opinión de la gente, pero la cosa no ha pasado ni pasará de eso.

Además, si hay mil trabas para construir un penal en tierra firme, un gobierno débil y de salida qué van a a poder hacer una mega obra de ese tipo que además nos costaría millones de millones de dólares. No han podido ni hacer una vía de entrada apropiada al aeropuerto Jorge Chávez, están tardando más de la cuenta con la Línea 2 del Metro de Lima y el sueño de la nueva Carretera Central sigue siendo eso, un sueño; y acá están alucinando con un penal nuevo en la isla El Frontón.

Por último, no creo que a la gente del Callao le haga mucha gracia que le pongan un penal frente a La Punta, que se convertiría en la zona de embarque de los visitantes a los reclusos. Recordemos que este mismo gobierno dio marcha atrás cuando el gobernador de Tacna, Luis Torres Robledo, se opuso a la ampliación del penal de Challapalca, que está lejísimos de su capital y de cualquier centro poblado del sur del país. Sean realistas, no nos vendan cuentos y pónganse a trabajar en serio.

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