Si ya teníamos suficiente con estar manteniendo con nuestros impuestos a una empresa pública quebrada como es Petroperú, que se alista a recibir un nuevo salvataje millonario del gobierno por razones netamente ideológicas y no técnicas ni financieras, ahora se suma que esta compañía manejada por los izquierdistas Alejandro Narváez y Óscar Vera, acaba de recibir en la refinería de Talara al asesino de policías Antauro Humala.

Sí, pese a que este sujeto no es funcionario público ni integrante de un partido, ya que el suyo fue enviado al tacho de la basura por ser un verdadero atentado contra la democracia, el estado de derecho y los derechos humanos, ha pasado tres horas en la mencionada entidad pública, como si alguien tendría que informarle de algo o darle explicaciones.

Encima, una vez que el cabecilla del “Andahuaylazo” salió de su “reunión” con los responsables de la refinería, se dio el lujo de abrir la boca y lanzar críticas e insultos a quien se le ocurrió, incluyendo a la presidenta Dina Boluarte, a la que llamó “traidora”, y al actual gobierno que fue el que le abrió las puertas, nadie sabe por qué razones.

¿Qué dicen los responsables de la empresa?, ¿hay alguna explicación a los peruanos?, ¿cualquier asesino puede tocar las puertas de las dependencias de Petroperú y ser atendido por sus funcionarios durante tres horas?