A nivel mundial somos uno de los países más golpeados por el COVID-19 en cuanto a número de fallecidos por millón de habitantes y crisis económica. Sin embargo, hasta ahora estamos en la cola para acceder a las vacunas mientras otros países de la región nos han sacado la delantera.

Desde el gobierno del vacado Martín Vizcarra se nos vino diciendo que se estaban adoptando las medidas a fin de acceder masivamente a las dosis de inmunización. Todo parecía en orden. No obstante, la realidad es otra y eso nos podría pasar una gran factura, especialmente ahora que se aproxima una segunda ola de contagios.

Ante esta coyuntura complicada, el gobierno de transición del presidente Francisco Sagasti está en la obligación de hacer todos los esfuerzos para revertir los errores y las falencias cometidas durante la fenecida administración en que las cosas no se hicieron bien. Las cifras no mienten.

No podemos darnos el lujo de dejar de priorizar los esfuerzos para acceder a las dosis para una inmunización masiva. Miremos lo que está pasando por estos días en Piura, donde las alarmas ya están encendidas y las camas UCI se van haciendo escasas.