La lucha contra la criminalidad seguirá arando en el mar si es que cada vez que la Policía Nacional logra poner tras las rejas a delincuentes de alta peligrosidad, va a aparecer un juez como el que dejó en libertad al prontuariado Alexander Jesús Alvarado Zevallos (a) “Moñongo”, quien a pesar de tener una condena de 25 años, se le otorgó libertad condicional para volver a delinquir hasta el momento en que fue eliminado por las armas del Estado en la Vía Expresa.

Pero la balacera del miércoles pasado no ha sacado a la luz solo el caso de este sujeto, sino también el de sus dos compinches. Tanto el fallecido conocido con el alias de “Cuarto de pollo” como el detenido “Kevin”, tenían amplios prontuarios que cualquier persona tiene derecho a preguntarse cómo es que este trío contaba con libertad. Todos han tenido que estar tras las rejas en lugar de andar “cachueleando” por las calles de Lima bajo la modalidad de requeteo, esto con el uso de armas de fuego y un auto robado.

Algo similar sucedió cuando en 2023, ese engendro venezolano apodado “maldito Cris” fue identificado como el asesino de un sereno de Santiago de Surco. De inmediato los peruanos supimos que este pistolero había sido detenido tiempo atrás, pero que el Ministerio Público lo había liberado por esos legalismos y esas tinterilladas que hacen ver que hay jueces y fiscales que son unos completos incompetentes, o en todo caso se han convertido en el brazo abogadil de la criminalidad.

Los órganos de control del Ministerio Público y el Poder Judicial, así como la fantasmal Junta Nacional de Justicia (JNJ) tienen que hacer una ardua labor para detectar, sancionar, separar y, de ser necesario, denunciar penalmente a todos aquellos magistrados que juegan en favor de los delincuentes y no de la ciudadanía, que ve con estupor cómo ladrones y hasta asesinos caen en manos de la Policía Nacional y luego vuelven a gozar de libertad, que nadie entiende cómo la obtuvieron.

La indignante libertad del pistolero “Moñongo”, a todas luces un criminal con amplio prontuario que no debió hacer creer a ningún juez probo que era un sujeto arrepentido que iba a dejar la cárcel para trabajar y ser un ciudadano de bien, debe marcar un antes y un después. Si no es así, la burla a la ciudadanía se mantendría, lo que se traducirá en más asesinatos, robos, extorsiones y secuestros. ¿Qué dice la presidenta del Poder Judicial?, ¿qué comenta la fiscal de la Nación?