El mediador en el conflicto social
El mediador en el conflicto social

Es una tercera parte que asesora o facilita de manera neutral o imparcial a los actores del conflicto, de modo que las partes lo resuelvan voluntaria y creativamente. El mediador es un comunicador nato que actúa de tejedor de redes y reducidor de distancias. Como ejercicio de comunicación, es un proceso sensible que exige el despliegue de todas las habilidades disponibles del operador.

Para que haya conflicto, tiene que haber relación, y cada relación es diferente de la otra. Los conflictos sociales se parecen, se asemejan, pero no son iguales. Por ello la importancia del mediador como impulsor de confianza y sembrador de empatías entre contrarios, a fin de alcanzar fórmulas colaborativas y transparentes que diseñen el futuro y conduzcan al cambio.

Es común que en el conflicto social participen sectores heterogéneos en demanda de atención y de respuesta. Aquello exige soluciones participativas de alcance colectivo. El universo del conflicto está en la mesa de trabajo. Los códigos de interpretación de lo que se dice o se calla hacen que la conducta del mediador sea muy cercana al liderazgo. El mediador, quiéralo o no, asume una cuota de autoridad que a todas las partes les conviene reconocer y acatar.

Un mediador hábil, competente y sensible es un facilitador que contrarresta la tendencia a escalar el proceso a través de la concertación de medidas inteligentes y el establecimiento de lazos de confianza sostenibles. La capacidad de comunicación del mediador no es más ni menos que el manejo certero de la información a fin de hacer del conflicto una oportunidad de transformación positiva de las relaciones dañadas por el desentendimiento.