El pensamiento Nadine
El pensamiento Nadine

Era evidente que la abstinencia de medios no podía durar mucho tiempo. Ya la habíamos visto acompañando a los ministros de la Producción y de Trabajo, y no podía pasar mucho tiempo para que nos sorprenda con su palabra, clara y terminante.

Su pensamiento se desnuda en una frase que le dedica a César Villanueva, quien fuera fugaz primer ministro, y que renunciara por no aceptar la intromisión de la señora Heredia en los asuntos de Estado: "no jugó derecho con el Gobierno por sus acercamientos con el aprismo y el fujimorismo". Villanueva cometió el error de buscar consensos, de dialogar, de averiguar qué ministros tenían respaldo de la oposición y cuáles no. Grave error.

El gobierno del Partido Nacionalista que ella preside (el partido, no el gobierno, aunque parece) no puede dialogar con la oposición, solo obedecer los dictados de la jefa del partido. Es su versión vertical, autoritaria de cómo se deben manejar las cosas.

Pero además -para dejar sin piso al premier formal, René Cornejo- insiste en que ella "puede dar opiniones a los ministros para que tomen una mejor decisión". Es decir los ofrecimientos de Cornejo, respecto a que la esposa del presidente Humala no se iba a entrometer en los asuntos de Estado, han quedado desmentidos por la misma señora Heredia.

Innecesaria muestra de poder, que realiza nuevamente mientras el Presidente está fuera del país, para que no queden dudas quién es quién en este gobierno. Es claro que tenemos un problema institucional al que la oposición se niega a enfrentar. Ese problema tiene un nombre y se llama Nadine Heredia.