Hoy, que es el Día del Periodista, dedico esta columna a todos los hombres y mujeres de la ciencia de las comunicaciones del Perú, especialmente a aquellos que por mi quehacer profesional, me honro en interactuar con frecuencia.

Fungiendo de periodista que no soy, me referiré en esta fecha especial al rol del periodista en la Política Internacional, que es la disciplina en la que interactúan las estrategias de los Estados y otros actores en sus vinculaciones externas, siempre llenas de influencias y de mucho poder.

Acabada la conflagración bélica de 1939, cobró relevancia el denominado corresponsal de guerra o periodista dedicado a informar con objetividad desde el mismo lugar en que se desarrollan los conflictos: de allí que hallándose muy cerca de los combatientes, han terminado convertidos en testigos de excepción, en primera línea, de los conflictos internos e internacionales.

Por la naturaleza de la carrera, se relacionan directamente y en forma rápida con jefes de Estado (reyes, presidentes, etc.,) y de gobierno (primeros ministros, etc.,), diplomáticos, etc., a quienes generalmente entrevistan y hasta van en misiones reservadas a la caza de su más preciado tesoro: la noticia.

En esa inmejorable circunstancia, efectúan reflexiones prospectivas sobre la vida internacional porque al hallarse cerca de los que tienen poder, pueden comprender con mayor ventaja cómo se mueven los intereses dentro y fuera de un país.

El periodista no sólo informa acerca de los sucesos en el mundo, también lo analiza, convirtiéndose en formador y líder de opinión. Siempre será una ventaja su mejor formación humanística, por eso debe leer mucho y constantemente de historia, literatura, arte, economía, etc., como bien decía Jorge Basadre. De hecho, los periodistas que las dominan, elaboran sus pautas en un santiamén e intuyen que pasará dentro o fuera del Estado.

Una cuestión fundamental y no solamente ética, es que el periodista debe decir siempre la verdad y con objetividad, nunca ocultarla y muchos menos desnaturalizarla, hallándose convencido de que la información que quiera transmitir, será siempre la mejor. ¡Feliz Día, amigos periodistas!.