Si estamos en un momento en que la ola de violencia nos atrapa y urgen soluciones, y en que la provincia de Pataz, en La Libertad, se ha convertido en un símbolo de la ineficacia de la lucha contra la criminalidad a pesar de los estados de emergencia dispuestos por el gobierno, es evidente que el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, tiene que ser censurado por su responsabilidad política en este desastre.

Además, el caballero ha dado una gran muestra de estar en la calle y no saber ni dónde está parado, al haber asegurado que el vil secuestro de 13 mineros artesanales que prestaban servicios a la minera Poderosa era una información no confirmada, cuando las víctimas llevaban días en cautiverio y hasta quizá ya asesinadas. ¿El señor no cuenta acaso con la información que le brindan los servicios de inteligencia?

De otro lado, ha resultado patético que mientras la presidenta Dina Boluarte acusaba a un sujeto apodado como “Cuchillo” de ser el causante de estas muertes, el sujeto, culpable o no, fugaba de país al no tener ni impedimento de salida. ¿O es que solo se trataba de un chisme o trascendido? ¿Así trabaja el gobierno? Por eso, mañana el Congreso tendría que censurar al premier, salvo que se impongan el acuerdo bajo la mesa, que es lo que suele pasar desde que la señora Boluarte y un grupo de bancadas ya conocidas, juegan a pared a favor de su supervivencia.

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