El presidente Ollanta Humala ingresó a un terreno de abierta confrontación contra diferentes actores políticos y enfiló sus baterías contra el fujimorismo. Es evidente que elige enemigos y los combate para no enfrentar retos mayores. Algunos rivales del Mandatario dicen que esto es una clara intención de desviar la atención.

En vista de que uno de los parlamentarios fujimoristas (Juan Díaz Dios) se encuentra presidiendo la comisión del Congreso que investiga el caso López Meneses, dijo: “El partido fujimorista nació de la cloaca y está descalificado moralmente para presidir cualquier comisión de lucha contra la corrupción”.

Con estas palabras, Humala, además de abrir fuego contra sus adversarios políticos, busca una excusa para no asistir a la comisión que investiga al exoperador montesinista Óscar López Meneses por sus presuntos nexos con el Gobierno.

Luego de estas palabras, la reacción del fujimorismo no se hizo esperar. Kenji Fujimori respondió: “Presidente, nacimos de la cloaca que nos dejó el estatismo velasquista que usted admira, y la convertimos en paz y estabilidad”.

Lo cierto es que más allá de las frases cargadas de explosivos, se está ingresando a una coyuntura

política muy conflictiva, donde los protagonistas arremeten contra el rival con la clara intención de tirar barro para que ellos se sientan más limpios.

Se espera que se calmen las aguas, aunque esto ya parece una frase de cliché que no guarda relación con la realidad que se torna cada vez más agresiva. Y eso que aún falta un buen trecho para las elecciones generales del 2016.