Los que creían que el Perú Libre del dogma, del extremismo y la intransigencia había sido superado por los reproches a media voz de Pedro Castillo y por el acceso a su dispositivo de poder de la izquierda moderada, se equivocaron. Es que a estas alturas está claro que Vladimir Cerrón maneja los hilos de la campaña del candidato presidencial. Esto hace suponer que un futuro gobierno de Castillo también sería manejado fundador de Perú Libre. ¿Cómo no le va a incumbir al tótem de esta agrupación política?

Para algunos, los comentarios y temores pueden ser exagerados, pero la realidad dice que Cerrón está muy presente en las decisiones de Pedro Castillo. Ser el coordinador de la campaña de éste en Lima no es un detalle menor. Por eso es natural que los peruanos se inquieten por determinadas señales de Perú Libre, que ha cerrado filas en defensa de su ideario. Incluso líderes de este movimiento han dejado entrever que es un error propiciar la incubación de un nuevo plan de gobierno y han dicho que si Castillo se aleja del partido “caerá en desgracia”. Tienen al profesor tomado del cuello.

Además, no es un secreto que la mayoría de la futura bancada congresal de Perú Libre es afín a Cerrón y por lo tanto se orientará de acuerdo sus expectativas. Las cosas están claras respeto a esta dupla.

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