El reto es no seguir polarizando

La intensidad de la crisis política en nuestro país ha generado diversas propuestas de salida a esta situación. Esto explica que temas como la lucha contra la corrupción, la división de poderes y el pleno Estado se Derecho ocupen lugares importantes en el debate nacional. Por ejemplo, ayer el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Miguel Cabrejos, presentó un documento en el que se precisa que “no se puede tolerar más convivir con la corrupción” y “unirnos en la construcción de un país cada vez más justo, para comprometernos en fortalecer la institucionalidad democrática”.

Por otro lado, el Congreso de la República propone conformar una Comisión Especial de Reformas de Interés Nacional, Diálogo y Consenso Parlamentario con el reto de no seguir polarizando.

Es evidente que este es un país cansado de tironeos, disputas, ataques y confrontaciones de la clase política. Todo ello ha creado una tensión social que pone en juego el desarrollo del Perú. Parece que se está entendiendo que la única manera de restituir y rescatar la tranquilidad y el optimismo por un país mejor es concretar un sistema de integración y unidad. Lo más importante es rescatar lo mejor del contrario y así avanzar a cumplir los grandes objetivos de los peruanos.

Por ahora, las respuestas de las instituciones están vinculadas a lo coyuntural, sería bueno que también se trabaje y se encuentren soluciones a lo estructural. Esperemos que no se complique más este panorama, ya que en estos momentos se vive una situación de enorme insatisfacción de la gente por lo que ocurre.