Tiene toda la razón la presidenta Dina Boluarte cuando critica al Ministerio Público y al Poder Judicial por la escandalosa mano blanda con la que por más cinco años vienen tratando a exalcaldesa de Lima, Susana Villarán, una corrupta confesa que por estos días de abrasador verano debe estar disfrutando del sol, el mar y la arena al sur de la capital, mientras fiscales y jueces parecen mirar a otro lado y la hacen larga con su proceso por razones que sería bueno que expliquen.
Es evidente que la jefa del Estado tiene que ser investigada por los casos en que es protagonista. Hay mucho que aclarar ahí, especialmente porque la señora ha sido la primera en cubrir con un manto de silencio y misterio, tanto su ida a un condominio del sur de Lima el verano pasado, como su intervención a la nariz, aparte del caso Rolex del que ha dado más de una versión, y otras situaciones como sus nexos desde la campaña con el delincuente Vladimir Cerrón. En teoría nadie tiene corona.
Y señalo que “en teoría” nadie tiene corona, porque en la práctica la señora Villarán parece una reina. En mayo de 2019 ella misma confesó en un medio de comunicación que había recibido dinero de los delincuentes de las constructoras brasileñas, que eran proveedores de la municipalidad a su cargo, para afrontar las campañas contra la revocatoria del 2013 y en la que buscaba su reelección en 2014. Estuvo presa un tiempo y luego salió al inicio de la pandemia. Desde ahí goza de total libertad en su casa de playa.
¿Dónde están los “implacables” fiscales y jueces encargados de meter presos a los ladrones y sinvergüenzas que nos han robado? Nadie lo sabe, quizá están dando una entrevista, filtrando información a los “amigos” o quejándose de que hay periodistas en las puertas de sus casas. Otro “suertudo” es Martín Vizcarra, quien está libre desde que en 2020 fue vacado por incapaz moral luego de que aparecieran los testimonios de quienes afirman haberlo coimeado. Por la mitad de eso, varios fueron a parar a un penal.
Suelo ser crítico de la jefa del Estado, no cabe otra cosa si se tiene una visión objetiva de su gestión. Sin embargo, en su reclamo de ayer tiene mucha razón. A ella, incluso estando en funciones, le han allanado su casa previa rotura de la puerta con un objeto contundente, mientras que Villarán disfruta del verano y la libertad, y Vizcarra viaja y hace campaña como si pudiera ser candidato a algo. ¿Alguien aún cree que la justicia es igual para todos y que no hay politización? La respuesta es evidente.