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Pecho hinchado de orgullo, aplausos, reconocimiento, todos contentos y satisfechos cuando en la ceremonia de inauguración de los Panamericanos Lima 2019, durante el desfile de las delegaciones participantes, se dejó escuchar cual banda sonora de lo que somos como nación mestiza y pluricultural, una lista de canciones que iban de la chicha, pasaban por la cumbia, el huayno, el festejo, el pop y terminaban en el rock. No había discusión, no estaban todos los temas que nos representan, pero la muestra de diversidad musical fue lo que resaltó y quedó para el recuerdo. Hace algunos días, esta percepción que estamos por buen camino rumbo a la empatía, al menos a nivel artístico, empezó a desaparecer cuando se anunció el cartel para “Vivo x por el Rock 11”, pese a quien le pese, el evento musical más importante en su género en el Perú, que este año mueve cifras por dos millones de dólares y que su creador, César Ramos, inició hace seis años en el Cono Norte. ¿Cuál fue el pecado cometido? Pues que su organizador, de 55 bandas y cantantes de rock convocó para un escenario llamado Fusión —que estará ubicado en la explanada del estadio de San Marcos, no en el escenario principal— a artistas de otros géneros como Wendy Sulca, Los Shapis, Deyvis Orosco, Los Mirlos,Armonía 10 y Camagüey. Inmediatamente, los que nunca han organizado ni una pollada de barrio, los que jamás han comprado una entrada para una de las ediciones del festival, los que no fueron invitados a la fiesta y, especialmente, los que se dicen rockeros y no lo son, porque los verdaderos no le hacen asco a lo diferente, esos tumbalafiesta empezaron con los lamentos y la indignación. Las críticas apuntaban a por qué tuvieron los organizadores que mezclar papas con camotes y que el evento ya no debería llamarse entonces “Vivo x el Rock”. En el fondo, lo real, es esa lacra que algunos arrastran de “lo que a mí no me gusta no lo deben escuchar”, “lo que me desagrada ni me lo muestren”, “no me lo incluyas”; prejuicio puro. A esos les recordamos que Rock in Río 2019 tendrá este año a Ivete Sangalo (samba, reggae, pop) y Anita (reguetón, dance, funk), Nile Rodgers & Chic (disco) en su escenario principal; habrá que decirles a los brasileños que cambien también su nombre, que es marca registrada como ya lo es “Vivo por el Rock”, porque ofenden a los rockeros. Finalmente, quien no quiere que lo “contaminen” con cumbia, chicha o salsa, que no vaya, el evento no es gratis, así que se ahorrará unos soles. Asunto resuelto.