Trece millones 700 mil ecuatorianos volverán a las urnas en la segunda vuelta, entre el presidente candidato Daniel Noboa, quien obtuvo 4.52 millones de votos, 44,17%; y Luisa González, de Revolución Ciudadana, quien logró 4.50 millones de votos, 43,97%.

Problemas similares a los nuestros aquejan al Ecuador: inseguridad frente al avance de la delincuencia, crimen organizado, narcotráfico, minería ilegal, ausencia de un mercado interno sólido, pobreza, desempleo, educación de baja calidad, ausencia de seguridad social y salud, violencia, crisis económica, dolarización y corrupción.

Ecuador, como la mayoría de países de América Latina, requiere construir una economía basada en un mercado interno, con una producción de calidad con alto valor agregado. No basta explotar y vender nuestros recursos naturales sin generar valor agregado ni relación con industrias nacionales.

Una sociedad capaz de desarrollarse en el tiempo requiere capacidad de satisfacer las necesidades básicas de su población, educación de calidad, capacidad de desarrollo tecnológico, acceso de la población a servicios de calidad, agua y saneamiento, eliminando la pobreza y extrema pobreza.

La delincuencia no se combate solo con medidas punitivas. Requiere inteligencia para desarticular las bandas, así como construir oportunidades de estudio y trabajo digno para la población.

El combate a la corrupción debe empezar con el ejemplo, extirpando la delincuencia que ha penetrado en la política y los poderes del Estado.

Ecuador definirá entre el continuismo de Noboa, que saquea el Estado; y la renovación política de Luisa Gonzales respaldada por una coalición que incluye a Revolución Ciudadana y Pachakutik.