El 98% de nuestros océanos se encuentran en alta mar. Esta circunstancia ha hecho que, durante años, como bien lo remarcó el expresidente Lagos en la XIX Reunión del Consejo Empresarial Chileno-Peruano, celebrada esta semana en nuestro país, éstos no hayan sido aprovechados de una manera sostenible, toda vez que cuando la responsabilidad es de todos, al final termina siendo de nadie.

De ahí la importancia de haberse suscrito el Acuerdo sobre Biodiversidad Marina en Áreas que están fuera de Jurisdicción Nacional, (BBNJ por sus siglas en inglés) que, respetando los acuerdos vigentes de ordenamiento pesquero, establece un marco general de protección, el mismo que debe reposar siempre en el uso de la ciencia y la opinión de organismos técnicos reconocidos.

En efecto, este nuevo Acuerdo de las Naciones Unidas sobre diversidad marina, valora el trabajo que se viene realizando a través de las Organizaciones Regionales de Ordenamiento Pesquero (OROP) en materia de sostenibilidad pesquera y protección del medio ambiente; por lo que este acuerdo se enfocará en las otras actividades no reguladas que se realizan en alta mar, como por ejemplo aquellas vinculadas a la protección de áreas vulnerables.

Por ello, esperamos que, en aplicación de este acuerdo y gracias al aporte de la ciencia, que ha contribuido enormemente en las medidas de ordenamiento pesquero, se implementen los demás mecanismos necesarios que permitan regular las actividades que se realizan en alta mar en defensa, no solo de nuestros océanos, sino también de nuestras futuras generaciones.

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