Semanas atrás se supo que el Ministerio de Economía y Finanzas estaba detrás de conseguir un aumento de sueldo para la presidenta Dina Boluarte, con lo que pasaría de ganar 15 mil soles a aproximadamente 35 mil soles, algo que despertó muchas críticas por el momento en que se da (popularidad en cero, desesperantes frivolidades e ineptitud para afrontar la inseguridad en las calles, que es el principal problema de los peruanos), más allá de que crea que un jefe de Estado debe tener una remuneración de acuerdo a sus responsabilidades.
El momento para tal pedido, ha sido el menos oportuno y solo contribuye a generar un rechazo mayor hacia un gobierno y una mandataria que hacen noticia a nivel internacional por su nula aceptación popular. Quizá pudo promoverse un incremento de la remuneración presidencial, sí, pero a partir del 28 de julio del 2026, a fin de que el próximo gobernante reciba ese ingreso, que me parece que es lo que debe ganar un jefe de Estado. Lo de los 15 mil soles actuales, es demagogia pura.
Pero como si esto fuera poco, ahora tenemos también al Congreso ganándose gratuitamente un rechazo mayor al que ya registra, con la propuesta aprobada en la Comisión de Constitución de restablecer la inmunidad parlamentaria como una herramienta, según el presidente del Poder Legislativo, el apepista Eduardo Salhuana, contra la “persecución ideológica y política”. Ha dicho que eso sucede en todas partes del mundo, como si en otros países existiera la manga de impresentables que tenemos acá.
Sin duda, lo mejor hubiera sido que un asunto tan delicado lo vea el próximo Congreso bicameral, y no este tan desprestigiado que hasta un violador ha tenido, precisamente de las canteras del partido de Salhuana, y que está plagado de “niños”, “mochasueldos” y demás personajes que tienen la posibilidad de salir reelectos en el 2026. Lo señalo porque se supone, sí, se supone, que el próximo Poder Legislativo será mejor que el actual, que sin duda es uno de los peores de nuestra historia.
Poder Ejecutivo y Poder Legislativo están adoptando medidas muy reñidas con el ánimo de la gente en el actual momento en que la mayoría no puede ver ni en pintura tanto a la jefa del Estado como a la mayoría de los legisladores, que por un lado quieren aumento de sueldo, y por otro estar protegidos de “persecuciones políticas” que al menos en los últimos años no se han visto. ¿O van a creer que, por ejemplo, María Agüero, sindicada de “mochasueldos”, es víctima de lawfare?