​Encuestas: Más preguntas que respuestas

Las primeras encuestas de este año me han terminado de dejar más preguntas que respuestas. Aunque algunos las celebran, lo cierto es que han provocado reacciones y cuestionamientos, bajo el argumento de que en enero de otros años electorales quienes aparecían primero y segundo no ganaron las elecciones. Lo que obvian estos análisis es que en aquellas encuestas ya aparecían las tendencias de lo que iba a darse en las correspondientes segundas vueltas. Y los que ganaron ya aparecían creciendo. Del mismo modo que los que se estacaron para enero no levantaron más. Pero prefiero esperar a que aparezcan otras encuestas adicionales.

Además, nunca el pasado es repetible. Lo sucedido antes no garantiza necesariamente la repetición futura. La Keiko Fujimori de hoy es más sólida que la Lourdes Flores o el Luis Castañeda punteros en elecciones pasadas a estas alturas del recorrido. El Alan García de ahora no es el atropellador de 2006, cuando no se alió con otros partidos de dudosa convocatoria. El PPK de estos días ya no es la sorpresa fresca de su versión de hace cinco años. César Acuña no es un candidato antisistema como lo fue el Ollanta Humala finalista en 2006 y 2011. Ni, por supuesto, Julio Guzmán es el Alberto Fujimori de 1990.

Las encuestas posteriores arrojarán más luces y habrá que esperar hasta avanzar un poco más para un análisis serio de tendencias, pues a base de unos pocos resultados -algunos de ellos incluso contradictorios- no se pueden extrapolar grandes conclusiones respecto de los puestos. ¿Algunas preguntas? Aquí algunas: 1) ¿Le habrá quitado impulso a la candidatura de Alan García la presencia de Lourdes Flores? 2) ¿Estará llegando Acuña a su techo o tiene fuelle no solo para rebasar a PPK sino para superar la barrera del 20%? 3) ¿El precio pagado por Keiko al sacrificar a sus tres alfiles le permitirá el salto importante que la consolide como virtual ganadora anticipada? 4) ¿Alguno de los “4 favoritos” podría ver en riesgo pasar la valla electoral? 5) ¿Julio Guzmán se convertirá en un verdadero outsider de peso?