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El país aún no termina de recuperarse de los graves daños ocasionados durante el 2017 por la presencia de El Niño costero, que provocó uno de los mayores desastres naturales en el Perú. La lentitud para la reconstrucción persiste a fin de atender a los miles de damnificados.

Las acciones que se cumplen, sobre todo en regiones del norte, avanzan pero no en la medida que los afectados desearían. Ello es una clara demostración de la deficiente capacidad de ejecución por parte de los diferentes sectores.

Esta situación preocupa debido a últimos reportes de la de la Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) para el próximo verano, que se inicia en diciembre de este año y concluye en marzo de 2019.

En julio dicho organismo indicó que las probabilidades de ocurrencia de dicho fenómeno eran del 42% y sería débil; sin embargo, en agosto el índice creció a 48% y según último pronóstico ha llegado al 57%.

Asimismo, preocupa lo explicado por Jorge Chávez, jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), quien señala que, de una escala de 0 a 10, existe un 6 de posibilidades de que tal fenómeno ocurra y puede llevar a una escalada de un Niño costero.

Ello es una advertencia que debe generar reacciones urgentes de prevención y apurar la reconstrucción, que cuenta con los presupuestos correspondientes.

Paralelamente, urge que los diferentes comités de Defensa Civil se encuentren activos y comiencen a detectar las posibles zonas vulnerables ante inundaciones y lluvias, con el fin de preguntarnos: ¿estamos preparados?

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