A propósito del nuevo gabinete ministerial, estas son algunas de las tareas pendientes para cada uno de los sectores.
Defensa: Resolver los conflictos de lucha interna, en lugar de iniciar conflictos con la prensa.
Economía: No hacer mucho número y sacar al país del frenazo económico.
Interior: En lugar de perder tiempo y plata en camionetas coreanas, solucionar con inteligencia el gravísimo problema de la inseguridad ciudadana.
Justicia: Celeridad procesal y no más figallos.
Educación: Seguir con la revolución educativa, pero con resultados inmediatos.
Salud: Más hospitales, pero con camillas y medicamentos.
Trabajo: Lograr que cada vez más peruanos accedan a un trabajo formal, justo y con los beneficios de ley. Nada de Ley Pulpín.
Comercio Exterior y Turismo: Que Chile deje de ganarnos el vivo con el pisco y el pisco sour.
Energía y Minas: Explotar el potencial minero del país, pero no en perjuicio de los peruanos. Y, claro, evitar más derrames de Petroperú.
Transportes y Comunicaciones: Que todo el engranaje e infraestructura del transporte agarre viada.
Producción: Apuntalar la diversificación productiva.
Vivienda: Un objetivo tan simple como urgente: agua potable para todos.
Mujer: Reducir los alarmantes índices de violencia familiar, sexual y de género. Y que no se pierdan más pañales.
Del Ambiente: Ponerle un alto a la minería ilegal, que tanto daño le hace a nuestro suelo, nuestros recursos y nuestra gente.
Cultura: Revalorar la multiculturalidad peruana. Porque el Perú es mucho más que Machu Picchu y el cebiche.
MIDIS: Impulsar los programas sociales y que no haya qali
warmas que intoxiquen a los escolares.