La caviarada local, experta en fabricar falsos valores, nos presenta a personajes con cuestionadas conductas morales y éticas que rozan en algunos casos con actos delictivos. Así tenemos a una nutrida fauna de “Referentes morales”, “Ciudadanos honestos”, “Personas probas”, “Luchadores contra la corrupción”, “Héroes de la democracia” y otros bicharracos más.

Lo cierto es que la caviarada progre ha logrado, con la manipulación y control de los medios, engatusar a la masa. De esta manera, hay jueces supremos con falsos doctorados y fiscales politizados con conflictos de interés. Del mismo modo, nos presentaron a impolutas “lavabanderas” que resultaron cabecillas de organizaciones delictivas como la exalcaldesa de Lima y su entorno más íntimo y a extribunos del TC que ejercieron por más de 4 años su función con mandato vencido con la agravante que uno de ellos es un convicto plagiador. Nos vendieron a un profesor rural, honesto, humilde y democrático. Hoy vemos que este ídolo de barro se deshace en sus propias miserias. Así mismo, quieren imponernos como “héroes de la democracia” a vándalos callejeros.

Al respecto, este gobierno tiene acumulados 16 muertos en conflictos sociales (Defensoría del Pueblo, mayo 2022), y nadie dice nada. No vemos murales ni vigilias por ellos. Para la caviarada progre, las muertes no tienen igual valor. Si son útiles para atacar a sus enemigos, ¡bienvenidos sean!, pero si es para cuestionar a sus aliados, miran hacia otro lado.

Existe una ruleta de especialistas de “notables” productos de esta fábrica que se alternan entre los medios de comunicación, brincando de canal en canal, y repitiendo el mismo guion. La coyuntura actual nos ha demostrado no solo el doble rasero, sino también la falsedad moral de esta cofradía caviar que cada día se hace más visible.

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