El presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, dijo ayer que Manuel López Obrador (presidente de México), Gustavo Petro (presidente de Colombia) y Pedro Castillo (expresidente de Perú) son “caimanes del mismo pozo”. En tanto la ministra de Relaciones Exteriores, Ana Gervasi, calificó de “injerencistas, irresponsables e ideologizadas” las últimas declaraciones de los jefes de Estado en referencia. Las enérgicas respuestas desde el más alto nivel de nuestro Gobierno eran necesarias ante la narrativa desquiciada de políticos extranjeros que tratan de victimizar al golpista.

Es evidente que el Gobierno de Dina Boluarte sufre un asedio de presidentes que no respetan nuestro orden democrático y menos nuestra Constitución. Llegó el momento de defender con todo el arsenal diplomático, pero sobre todo con la fuerza de la verdad.

No puede ser que López Obrador diga que no entrega al Perú la presidencia de la Alianza del Pacífico porque  “la señora no es legal ni legítimamente presidenta”. Esto no solo es una mentira y un claro desconocimientos a las leyes de nuestro país sino también una actitud de rebeldía contra la Carta de la Organización de Estados Americanos. Una total falta de respeto a la institucionalidad.

Hace bien el Gobierno peruano en responder con todo a las constantes injerencias de presidentes que quieren imponer su ideología y sus métodos autoritarios en el Perú. Ante las presiones externas, sin ninguna vocación democrática, hay que plantar cara no solo con discursos si no también con acciones.